¿De verdad creéis que merece vivir alguien que es vivido?
Millones de individuos desalmados pueblan el mundo al que pertenezco. Y no sólo
no me siento capaz de respetarles, sino que también les repudio.
Decidir tu vida es vivir, pero tener la opción de adueñarte
de ella y no hacerlo es peor que mediocre. Y no estoy hablando de “dejarse
llevar”, de permitir que los instantes sigan su curso cuando así nos lo
demandan; sino del “dejarse vivir” del ‘auto-despoderado´, del que acaba
ahogándose en el río porque no sabe si puede nadar y no ve a nadie haciéndolo. Es
penoso ver esta película una y otra vez cada día.
Dejad de creer que existís, pues sólo sois sombras de lo que
podríais llegar a ser. Sólo sois seres vacuos que jamás llegan a SER. Morid de
una vez. O empezad a vivir para dejar de ser vividos y ser vívidos.
Entonces por fin entenderéis mi ritmo. Un ritmo basado en
deseos y orientado al logro y al disfrute. Porque el ritmo es algo fundamental
en la vida de los humanos. Porque África me enseñó que no existe un sólo ritmo
y que el ritmo es algo cultural.