martes, 10 de enero de 2017

Mis recuerdos serán paja

Mente demente, latente. Mente de vueltas, crónicas tragedias en las más frías madrugadas de un invierno huraño que no tiene fin. Huele a prisas, a urgencia contenida en palabras, a “sí quieros”, a noches de té.

Fuente: Pixabay, 2017
Quiero tener una chimenea, encenderla cada madrugada e ir a trabajar con olor a leña en mi cabellera. Larga, como las noches; suave, como un piropo distraído.

Quiero beber agua fría y pura del río de aquella tierra desértica y acogedora del Atlas, allá donde los jóvenes jugaban bajo un sol de justicia, temprano; mirándonos como extranjeras poco conscientes de la situación.

Mis recuerdos será paja y con ellos construiré un hogar, aislado de las inclemencias del tiempo. Cambiaré de cama, y entonces todo olerá diferente. Y seré más pobre pero más fuerte y quizá igual de infeliz, pero tengo que hacerlo. Por mí y por todos mis compañeros, pero por mí primero.

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