"Camino diario por el encinar del oeste", Madrid, equinocio primavera 2012 |
La Niebla impera hoy, y yo sin paraguas. Y en el horizonte
blanco, me quiero perder. Lo único que veo a mi lado son esos ojos pillos, esa
mirada viva y reluciente que me acompaña. Pero Tú, tú debes de estar al fondo
del camino, tan lejos que no puedo divisarte. Toc, toc. ¿Estás ahí?
En este entorno blanquecino, me emociono y me divierto cual infante. ¡Maravilloso es este ingente halo borroso!
De repente, en medio del júbilo, un rayo de luz esclarece la
vista y nace un verdor, que lo impregna todo, muy despacio.
Siento el manto de la Primavera. Que viene, que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario