martes, 18 de febrero de 2014

Ahora que ella no está (o sí)

Veo su luz en el brillo de vuestros ojos. Veo su cruz en cada lucha. Siento su calor en cada abrazo, su apoyo en cada sonrisa. Su sinceridad y franqueza en mi conciencia. Veo su ilusión en mi empeño, en mi confianza.

Cada una de las piedras que guardó con mimo, que clasificó con esmero; es hoy un aprendizaje, un obstáculo o un apoyo en un largo camino.

Estás viva y conmigo, en cada uno de los que me rodean, en mí. Tú eres ella. Ella es tú.

Miss Energía es su viva reencarnación, su símil más perfecto en esta dimensión. Lo es en la constancia, la ilusión en el futuro, la fe en el cambio, la integridad, la flexibilidad, el cariño, el apoyo, la sabiduría, el conocimiento, la experiencia. La consejera, el respeto, la paciencia y un sinfín de virtudes encarnadas en la más pura compañía.

Te extraño Miss Energía. Y a la vez te siento tan cerca…

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