viernes, 21 de febrero de 2014

La Naturaleza siempre fue más poderosa que cualquier reina

Madre, el futuro no existe, como tampoco el pasado. Me lo dijo una vieja amiga: la única.

Tienes razón en éso de que “la vida es dura”, aunque no soy tan niña como me crees. La veintena ha traído numerosas nuevas perspectivas y matices. Ha traído sueños, se ha llevado otros. Me ha metido en charcos en los que creí que no volvería a caer.

Sigo en pie, a ratos. Como todos. Como todas.

Siguen sin entenderme cuando digo que no elegí nacer, o ser mujer. Imposiciones tras imposiciones, te vas labrando el presente que crees merecer, bajo un prisma de justicia que sientes universal, aún sabiendo que pocas personas son capaces de comprenderlo y aún muchas menos lo comparten. Pero para ti es EL prisma. El único que da sentido a todo. El cáliz que dota de esencia a la realidad. El que da cuerda a nuestro existir, el que mantiene el statu quo.

Mas sigo siendo la niña que tú ves, Madre, con nuevos atributos. Causante de mil guerras, de derrotas absurdas y diversiones ajetreadas, incluso necias. A ratos perversas. Pero tan mías como yo. ¿Tu vida es tuya?, ella me preguntó una vez. Y supe bien qué contestar.

Apenas existe aquello que nos pertenece, aunque a veces creamos que es mucho. La Naturaleza siempre fue más poderosa que cualquier reina. 

1 comentario: