Estás ausente, pero activo;
olvidadizo y distraído. Permaneces ajeno a todo lo que no te interesa y muy
atento a lo que tiene el poder de atraparte. En cambio a veces parece que todo
te interesa en esta vida.
No soy ninguna bruja, no me mires
así; sonrisilla perenne que puede incomodarme. Te haces el tonto. No me temas,
mímame.
¿Cuánta sabiduría esconden esos
ojos burlones? Esa sonrisa inquieta, esos abrazos seguros.
Francamente, me resulta excitante
como combinas ese aire despreocupado, incluso pasota, con un respeto casi
insultante.
Te vale todo. To-do. Ni tienes ni
quieres tener filtros. Crees que todo es crecer y aprender. Puede ser. En
realidad adoro que no tengas filtros, y que devores libros, y que seas un
epicúreo. Dame margen y seré más libre. Encógete de hombros cuando te haga una
pregunta y no dejes de sonreír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario